  
            La 
            Alhambra 
              
            Albaicin Fachada 
              
            Catedral  
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             Granada 
              - 17 ème étape 
               
               
               
              La historia de Granada se puede prolongar hasta periodos más que 
              antiguos, hasta elegir, incluso, si su fundación estuvo a cargo 
              de una hija de Noé, o por el contrario, de una hija de Hércules 
              de nombre Granata. 
              La historia, que es siempre una opción estética, asegura que hubo 
              en Granada un importante asentamiento ibérico y también romano, 
              algo habitual, por otra parte, en casi todas las ciudades del sur 
              de la península Ibérica.  
              También confirma que jugó un importante papel en la cristianización 
              de la Península, no sólo por la documentada aparición en torno al 
              año 60 de nuestra era, de Cecilio, santo patrono de la ciudad, sino 
              porque además en Granada, entonces Iliberis, se celebró el primer 
              concilio de la iglesia española alrededor del año 300. 
               
              Todas las fechas de la historia son importantes para una ciudad. 
               
              Pero en Granada, además, existe un eje claro, una fecha que la organiza 
              como una gran bisagra temporal y da sentido a un antes y a un después. 
               
              Un arabista contaba que el dos de enero de 1492 los granadinos se 
              acostaron en una ciudad medieval y musulmana y se levantaron en 
              otra cristiana y moderna. La medieval ya nació tarde, en el 1013, 
              y como resultado de un traslado.  
               
              El poder protector del califato era ya cosa del pasado y las colinas 
              eran más seguras.  
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          Desde 
            la muy cercana Elvira damasquina que hoy da nombre a la célebre puerta, 
            la ciudad se trasladó, por evidentes razones de seguridad, al Albaicín. 
             
             
            Los ziríes, clan norteafricano que no árabe, se convirtieron en monarcas 
            y construyeron una nueva ciudad sobre otra o sobre otras que allí 
            existieron.  
            Apenas unos siglos más tarde, en el año 1238, Muhammad Ibn Yusuf Ibn 
            Nasr, también conocido como Ibn al-Ahmar, fundó una nueva dinastía 
            tras conquistar una vez más Granada, la nazarí que mantendría el último 
            reino musulmán del occidente europeo hasta casi el siglo XVI y construiría 
            los palacios de la Alhambra.  
            La ciudad seguía creciendo y una nueva muralla, la alcazaba Yidida 
            se uniría a la antigua, creando una ciudad fortificada que, paradojas 
            de la historia, nunca se defendió.  
             
            La rendición de Granada a los Reyes Católicos en el 1492 la sumerge 
            de pronto en el mundo moderno, ¿o fue quizás al revés, que la ciudad 
            hizo modernos a los reyes medievales? En un principio, el cambio no 
            pretendía afectar más que a la cabeza del reino; un rey por otro rey. 
             
            En este caso una reina.  
            Las condiciones de la rendición fueron generosas y las personas encargadas 
            de hacerlas respetar, sobre todo el arzobispo Hernando de Talavera, 
            intentan administrar, también con generosidad, un mundo que les fascina 
            y turba al mismo tiempo. ¿Pero cómo armonizar ese extraño mundo con 
            el nuevo Estado que se creaba en la Península? La historia hizo sus 
            planes y Felipe II, un Austria ajeno a la ciudad, remató definitivamente 
            el sueño de Isabel de convivencia pacífica entre dos mundos que, en 
            el fondo, no eran tan distintos.  
            En el 1500 surge el primer motín en el Albaicín y no pararon hasta 
            que el ilustre don Juan de Austria, en el 1571, acabó con los moriscos 
            sublevados en la Alpujarra y dio muerte a su rey, Aben Humeya o don 
            Fernando de Válor. 
            El exilio, la expulsión y la colonización por nuevos habitantes preparó 
            a la ciudad para la explosión religiosa contrarreformista que la convertiría 
            en un permanente espectácul barroco durante el siglo XVII.  
             
            No será hasta el XIX cuando Granada experimente interesantes transformaciones 
            en las que se mezclarán los espacios liberados por la Desamortización 
            con los gustos franceses e ingleses en el tratamiento de parques, 
            plazas y jardines.  
            El Salón, la Bomba y otras plazas son el resultado de esta actividad, 
            aunque para su construcción fuera necesario deshacer parte importante 
            del antiguo trazado de la ciudad, como fue el caso de la construcción 
            de la Gran Vía por la que se sacrificó el viejo barrio de la Mezquita 
            Mayor. En nuestro siglo, Granada siguió deslizándose hacia el sur, 
            hacia la vega, llegando a sobrepasar el frustrado intento de límite 
            que se había proyectado con el Camino de Ronda.  
            Un urbanismo desabrido y especulativo permitió la construcción de 
            enormes bloques que se organizaron en torno a dos largos ejes paralelos: 
            el ya citado Camino de Ronda y la calle Pedro Antonio de Alarcón. 
             
            Ajenos a las tipologías habituales de la ciudad, los bloques se llenaron, 
            en un vertiginoso proceso, de unos nuevos ciudadanos.  
            Habían nacido los pisos de estudiantes. 
            La trama se urdió de forma espontánea, densa y firme.  
            De piso en piso, de bloque en bloque fluían relaciones que nacían 
            al amparo de la conquista del desorden y generaban costumbres, usos 
            y hábitos totalmente nuevos que ayudarían de forma importante a crear 
            la ciudad que hoy conocemos.  
             
            voir aussi: granada.org  | 
         
       
       
       
      
         
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               Torre del León  
                
              La Calahorra 
                
               
              Mezquita Catedral 
                
              Alcazar de los Reyes 
                
              Madinat Alzahira   
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          Còrdoba 
            - 17 ème étape 
             
             
             
            La provincia de Córdoba, una de las ocho que forman la comunidad andaluza, 
            posee una extensión superficial de 13.723,20 kilómetros cuadrados, 
            representa el 2,7% de la superficie española y ocupa, por este concepto, 
            el segundo lugar de Anda lucía y el decimotercero de España.  
            Sus límites territoriales, compartidos con seis provincias (al Norte 
            con las de Badajoz y Ciudad Real, al Este con la de Jaén, al Sur con 
            las de Granada y Málaga, y al Oeste con las de Sevilla y Badajoz), 
            se extienden a lo largo de 696 kilómetros.  
            Por su posición geográfica la provincia de Córdoba puede considerarse 
            el centro de gravedad de Andalucía, especialmente su parte Sur.  
            GASTROMOMIA Por su posición geográfica en Córdoba se unen los productos 
            de la sierra y de la campiña, cocina de Sierra Morena y de los valles 
            del Guadalquivir y del Genil. 
            La sierra aporta los productos naturales de la caza y de la ganadería. 
             
            El valle del Guadalquivir, el aceite, el vino de Montilla-Moriles 
            y Doña Mencía y la variedad de verduras y cereales.  
             
            La posición equidistante de Córdoba en relación con los dos mares, 
            el Mediterráneo y el Atlántico hace que lleguen a Córdoba los pescados 
            frescos y puntuales.  
            Por su historia se equilibran en Córdoba las diversas tradiciones 
            culinarias. Por la conquista y civilización romana, la cocina de Córdoba 
            es una cocina meditérránea, es decir, cocina de aceite y cocina de 
            olores. 
            La influencia árabe en Córdoba, como en otras partes de Andalucía, 
            hace que la verdura se guise y constituya un plato por sí mismo, más 
            que un acompañamiento de otros manjares. También procede de la cocina 
            árabe la preferencia por las mezclas agridulces, el empleo de la almendra, 
            de los piñones y de la pasa en los guisos de carnes y verduras. Los 
            judíos dejaron algún plato específico, como el guiso de habas secas 
            con berenjenas, el gazpacho blanco de harina de habas y, sobre todo, 
            algunos hábitos característicos en la cocina. 
             
            CLIMATOLOGIA El clima de Córdoba se nos presenta condicionado, tanto 
            por los fenómenos atmosféricos como por las características físicas 
            de su relieve. La ciudad limitada orográficamente hacia el norte por 
            Sierra Morena, abierta de este a oeste por el valle del Guadalquivir, 
            y expandida hacia el sur por la conformación de la Campiña miocénica, 
            alberga un tipo de clima que podía considerarse Mediterráneo, pero 
            que en realidad presenta todas las características de un clima Continentalizado, 
            a raíz del Microclima que la ciudad genera. 
             
            voir aussi : ayuncordoba.es  | 
         
       
       
         
        Granada 
        - Córdoba 180 Kms.  
         
        Une étape considérée de transition, avec pourtant le Col de San Jerónimo 
        dans sa partie terminale.  
        On considère cette étape comme favorable pour les coureurs 
        qui ne sont pas classés dans les premières places et cherchent à gagner 
        une étape ( comme ce fut le cas de Lastras dans l'édition de 2002) . 
         
         
        Commentaires 
        de Abraham Olano  
         
        Dés qu'on parle de la Vuelta espagnole on lui associe presque naturellement 
        la ville de Cordoba.  
        La vuelta y a en effet élu étape sept fois dans les dix 
        dernières éditions.  
        Cette année avec Grenade et Cordoue comme villes de départ 
        et d'arrivée, c'est un torrent de culture qui est associé 
        au tour d'espagne cycliste. 
        Dans l'édition de 1999 que j'ai remporté, la course démarrait précisément 
        de Cordoba. l'édition dans laquelle la Vuelta passait par Mallorca. 
         
        J'ai revêtu le maillot de leader dans le contre-la-montre d'Alcudia et 
        avec l'équipe nous avons conservé le maillot oro jusqu'à 
        Madrid.  
        C'était la Vuelta du retour d'Amstrong au cyclisme : il fut quatrième 
        dans le classement général.  
        Il a fallu attendre sept ans après la victoire de Mauri pour qu'un coureur 
        espagnol gagne de nouveau l'épreuve. 
         
         
         
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